jueves, 24 de enero de 2013

Crónica EL COLUMPIO ASESINO sala WAH WAH 17-1-2013




EL COLUMPIO ASESINO

Vamos niña sube al coche…”. Así empezó mi noche del jueves 17 de enero, dispuesta a ver a uno de mis grupos nacionales preferidos en la sala WahWah ( Valencia ).
El Columpio Asesino es un grupo que no deja indiferente a nadie. Con su música difícilmente clasificable, se mueven entre el rock, el pop y la electrónica con toques oscuros y melodías que, a veces, rozan el punk.
Tras conseguir numerosos premios ( cinco Premios de la Música Independiente, dos premios Pop Eye y premios en otros países) se disponen a dar los últimos coletazos a la gira  Diamantes” ( 2011)  para centrarse en su próximo disco de estudio.

Con una puesta en escena impecable, los cincos navarros hicieron enloquecer al público (incluida yo, por supuesto) demostrando de lo que son capaces de hacer en directo y el por qué de tantos premios.
Con ese directo brutal,  nos golpearon canción tras canción insaciablemente recorriendo Diamantes pero también recordando otros discos como su primer disco homónimo (“ye ye ye”, con la que abrieron el concierto) , La gallina o De mi sangre a tus cuchillas. La locura se desató varias veces en canciones como “La marca en nuestra frente es la de Caín”, “Toro”, “Diamantes”, “Perlas”, “Floto” o “Lucas 44-48”.
El público no dejó de bailar, cantar, gritar y moverse al ritmo que ellos marcaban a base de guitarras eléctricas y esa interacción invisible, que sólo se siente, entre el grupo y su público. Pese a la crudeza de las letras de algunas canciones y la oscuridad reflejada en otras, consiguen una calidez indescriptible con su simpatía, al mando de Cristina Martínez como portavoz en los conciertos.
El concierto terminó con los bises, cuatro canciones que hicieron prolongar cerca de veinte minutos el pico de felicidad máxima que se puede alcanzar en un concierto tan tremendo.
Con las sonrisas en los labios y las caras de éxtasis musical de los asistentes, podías adivinar, al salir, que fue un GRANDÍSIMO concierto.
Sólo una cosa que añadir: echamos en falta unos teloneros que calentaran los motores de los asistentes para el golpe principal.











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