Hay bandas como Love of Lesbian que ya no necesitan presentación porque son
como de la familia. Esa familia que nos vamos forjando de sala en sala, de
concierto en concierto, y con la que compartimos una misma banda sonora vital.
El jueves 20 asistimos a
un espectáculo irrepetible, en el que imperaba el espacio y el buen rollo. Los
“raros” volvimos a invadir las primeras filas para corear una veintena de
canciones de la extensa discografía de los chicos de Sant Vicenç. “La noche
eterna” empezó y nos aguardaban mil y una sorpresas.
Santi Balmes y los suyos
tienen un feeling especial con Barcelona, se nota desde el primer acorde al
último, nos hacen vibrar, bailar y cantar como si fuese el primer bolo suyo al
que fuésemos.
El momentazo de la noche
llegó a mitad del concierto: Love of Lesbian se retira del escenario a
descansar unos segundos, se apagan las luces y empiezan a haber movimientos
sobre las tablas. Aparece un teclado de formas redondeadas que inmediatamente
adivinamos que no pertenece al grupo. Y con su timidez habitual, se acerca a
dicho teclado, su dueño, Iván Ferreiro. Nos regala su versión de “1999”, a la
que se une Santi al poco tiempo, y nos emociona hasta límites insospechados.
Tras la despedida llena de abrazos, Balmes confiesa que Ferreiro es el único
que puede salir ante un público que no le va a ver a él, sin presentaciones, y
salir ovacionado.
Y como era una noche de
confesiones y complicidades, Santi nos dio las gracias por algo que había
empezado como una polémica. ¡La cebolla de la paella del anuncio que
protagonizan este verano! Y es que, en realidad es sepia. Pero que hasta el
mismísimo TIME se haya hecho eco del revuelo que ha habido en todas las redes
sociales, les ha dado una publicidad que les va ¡FANTÁSTICO!
Tras dos horas de música
y muchas risas, llegó la despedida, con salto al público y reparto de chupitos
entre el personal incluido. Y la melancolía del final nos invade, aunque
sabemos que en breve, seguro, volveremos a “Allí donde solíamos gritar”…
Un abrazo #siempreunabrazo
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