jueves, 28 de noviembre de 2013

Crónica del concierto de IZAL en la Sala París 15 de Málaga

Justo un año después de su última visita, Izal volvía a Málaga para presentarnos su nuevo trabajo “Agujeros de gusano”. La cita era, como en 2012, en la sala Paris 15, pero esta vez con un aforo considerablemente mayor: 450 personas y con las entradas agotadas desde días antes, algo que se está convirtiendo en una constante para este grupo. Eso en una ciudad como Málaga, considerada difícil para determinados estilos musicales, puede considerarse un gran éxito.

Izal es un grupo cuya popularidad se ha disparado en apenas unos meses. Y si uno se pregunta cuál ha sido la clave de ese vertiginoso crecimiento, hay varios factores que pueden explicarlo: canciones que cuentan emociones, historias cotidianas con las que son fácil identificarse, letras trabajadas y bien enlazadas, unidas a melodías bailables. Si a ello le unes que tienen un buen directo con el que se meten al público en el bolsillo: enérgico, adictivo, divertido y  que te arrastra a bailar desde el primer momento, donde el  disfrute y la calidad están asegurado, tienes la fórmula de su éxito. No hay más.

Después de un ligero retraso debido a problemas técnicos,  los cinco miembros de la banda, Iván, Alejandro, Emanuel (Gato), Alberto y Mikel salían al escenario. Comenzaban su actuación con los acordes de la canción que abre su último disco, “Despedida”, para continuar casi sin pausa con “Hambre”, el primer single de Agujeros de Gusano, y “Asuntos delicados”.

He tenido la oportunidad de ver a Izal en varias ocasiones desde mayo de 2012, en salas y festivales, y nunca me han defraudado. Pero reconozco que tenía mucha curiosidad por ver la respuesta del público con las canciones  de un álbum que aún no tenía un mes de vida, y por tanto no tiene un “rodaje” hecho, con esas otras que todo el mundo conocía a la perfección. Y he aquí mi sorpresa. Los allí presentes se sabían las canciones de “Agujeros de Gusano” tan bien, o mejor incluso, que algunas de “Magia y Efectos Especiales”. Hay que decir que a estas alturas, el concierto ya se había convertido en una fiesta  donde se alternaban canciones antiguas y nuevas: “A nuestros rincones”, “Tóxica”, “Conclusión en Do para Ukelele”…  Y llegó el momento dulce de la noche con “Que bien”, donde Mikel recordó el momento glorioso que vivieron este verano en el festival Sonorama, y nos invitó a convertir aquella sala en la Plaza del Trigo de Aranda de Duero.

Continuaron con la inquietante  “Jenna Fisher” y “Tu continente” para presentarnos, por fin, “Agujeros de gusano”. Como anécdota, durante la misma, hubo un problema técnico y se apagaron las luces del escenario, y así totalmente a oscuras, sin inmutarnos, como si fuera algo preparado, la banda continuó tocando y el público bailando y coreando.

Sin descanso enlazaron “Palos de ciego”, “Ockham”, volvimos a divagar sobre cual sería el “Extraño regalo”, y saltamos aún más si cabe con “Prueba y error” y “Pánico práctico”.

Y llegó la hora hora de la despedida, y tras los Epílogos, abandonaron el escenario.

Pero el público reclamaba con insistencia la vuelta del grupo, y tras una brevísima pausa regresaron con su “Magia y Efectos Especiales”  desatando la locura colectiva, el momento álgido de la noche, para despedirse con “La Mujer de Verde” mientras  450 personas saltaban, bailaban y cantaban al unísono.

Después de 20 canciones, nos dejaron extasiados y con ganas de más, poseídos por esos cambios de ritmo tan característicos, en ocasiones frenéticos, que Izal le imprime a sus canciones,  y que dota sus conciertos de una fuerza escénica que te atrapa.

Málaga ya espera volver a verlos.

Para los que tengáis oportunidad de verlos no os los perdáis. Visitan  Algeciras el viernes 29, y Almería el sábado 30 (entradas agotadas) y domingo 1. Aquí todas sus fechas 

Un abrazo #siempreunabrazo

Texto: Ana @sabikilla
Fotos cedidas por Silvia Tinoco @DunaLoves

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