viernes, 18 de enero de 2013

Indie Vinilo Honey Langstrumpf (1995) por Carlos Castedo


Los discos y los libros los visitas, los sigues, los comentas con los amigos y los defiendes hasta que se esconden por un tiempo para aparecer de improviso. Hoy iba a hablar de otro disco pero desubicado en ese orden alfabético, si no me pierdo, que tienen mis vinilos me he topado con Honey Langstrumpf.  Recuerdo que lo escuchaba en casa de un compañero de estudios para descansar de las estructuras metálicas con las que perdía el tiempo.


            Honey ya había aparecido en Palma de Mallorca allá por 1992 con tres guitarras, bajo y batería, casi nada. Llegaron a la final del concurso de maquetas de Rock de Lux con una guitarra menos  y debutaron al año siguiente con el apellido de Pippi y un EP de cuatro temas dos de los cuales se incluyeron, uno algo cambiado, en este LP editado por Elephant Records como toda su obra. Actuaron el viernes de la primera edición del FIB (1995), el mismo día que The Charlatans y mis admirados Ride. Un single, un primer y único videoclip y un CD single acabaron con su aventura un año después.

             Abre el álbum Mostaza, batería para un comienzo instrumental que deja paso a una voz fina mimetizada en suaves paredes eléctricas descolocadas y difusas. Más fuerza, más brío y menos dejadez premeditada, sin perder la delicada voz, tiene Spinning Top Girl, que afianza el álbum.  Es On a Pig’s Eye el paso definitivo lleno de distorsiones, peleona batería y punteos ajustados, esto va en serio. Only Shallow es una pieza totalmente noise-rock, no lo esconden titulándola como la obra maestra de My Bloody Valentine, que afila sensibilidades con dicción acompasada a una guitarra arrulladora, creciente hasta un final con agudos coros. Hay que despertar con Picking on Tiptoe que además del mejor riff del disco hace valer unas guitarras que se escondían hasta ahora, pero aquí quieren y lo consiguen. Dream cierra la primera cara lentamente.

             Después del corte tranquilón Uneasy, Gift prefiere digitar la guitarra antes de distorsionar pero no puede evitarlo al final, es una canción trabajada que ya habían incluido en su primer single. Hard to Begin parece la canción más seguidora de otros de sus grupos de referencia The Jesus and Mary Chain y James Bond (Meets Richard Valley) es la otra joya del disco, más allá de su nombre, un desvarío noise muy rasposo, muy chulete, que deja la melodía por la provocación con, por fin, una voz más grave que interpela directamente al oyente. Empty elige la guitarra electroacústica y la canción final sin título cierra sin novedad el larga duración.

             Estamos ante un disco bastante interesante que me trae buenos recuerdos y me  ha gustado reencontrar.

             Siempre un abrazo.
             Carlos Castedo

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