Melodías que
atraviesan la conciencia. Folk de habitación que roza el slowcore, se asienta
en nuestra psique y la tambalea. Tan visceral que duele, tan auténtico y
empático que conduce irremediablemente a la introspección de la mano de un
piano y una voz. Las señas de identidad de la compositora y cantante Elena
Iturrieta que, tan dulce como desgarradora, aterriza este año en la escena como
ELE.
Inmersa en la nueva
cruzada del soul alternativo, Summer Rain
(Arcadia, 2014) es su carta de presentación y el disco que estábamos
esperando para adentrarnos en el otoño. La melancolía, la nostalgia y el
optimismo como solución final son las premisas de esta propuesta de once
canciones, que se pasean por los claro-oscuros de la existencia con elegancia y
sencillez. Desde temas que brillan en el carpe diem, a base de reminiscencias
americanas y guitarras, como la fundamental "Go And Never Look Back",
a pasajes de pop intimista y lacerante como "Shadows".