Llega el
miércoles, y yo, una catalana desplazada a tierras mañas, tengo la oportunidad
de sentirme como si estuviera en casa, pudiendo asistir a conciertos de calidad
y del “estilo”, aunque no sé si es la palabra más adecuada, al que estoy
habituada en Barcelona. Pero, por lo visto, a los habitantes de Zaragoza, los
cuales sí están en su casa real, cuesta un poco más movilizarlos. Quiero creer
que el problema es desconocimiento, que los conciertos están programados entre semana o que el
Cierzo ataca con fuerza estos días, negándome a creer que el problema está en
el “gusto” musical de la zona porque sino cogería el primer AVE y me volvería.
Trece
personas, sólo trece personas, nos sentamos ayer en las butacas del Teatro de
la Estación para disfrutar de la primera visita de LA IAIA a Zaragoza. Visita que se englobó dentro
del ciclo “
Vagón de Lujo. Músicos de la Estación”.
Para
despistados, La iaia es un grupo de indie/folk catalán formado por 3
componentes: Ernest Crusats (compositor, voz y guitarra acústica), Jordi
Torrents (batería) y Jordi Casadesús (bajo, guitarra, teclados…).
Se dieron a conocer en 2010 después de ganar el concurso Sona 9, uno de los
concursos más reconocidos en lo que a música en catalán se refiere.
Obviamente, no esperaba un sold out, teniendo en cuenta que sólo cuentan con un disco en el mercado, "
Declaració de principis", y que su segundo trabajo, "
On és la màgia?", aunque ha sonado en varios festivales catalanes, todavía no está disponible en formato físico. Pero sí esperaba algo más de expectativa, teniendo en cuenta que la semana que viene actuarán en la mítica Apolo de Barcelona.
He de
reconocer que llegué al teatro tarde, perdiéndome los primeros temas, entré
cuando comenzaba a sonar “
Sota l’arbre”,
una canción incluida en su primer disco. Más adelante también se escucharían “Platja”
y “Explosió”, de ese mismo trabajo.
No os
puedo comentar las canciones que sonaron de “On és la màgia?” con nombre, ya que todavía no los domino, pero lo
que sí os puedo comentar es lo que me parecieron dichos temas en la sobriedad
del teatro, sin los efectos luminosos que acompañaron a la banda en la pasada
edición del Festival de Música Viva de Vic. En una palabra… ¡Fantásticos! Han
sabido mantener la línea del folk que les dio a conocer, pero introduciendo una
parte más electrónica con más bases rítmicas. Las partes estrictamente
instrumentales de las nuevas composiciones me encantaron, sobre todo los numerosos
cambios de ritmo dentro de un mismo tema.
Me veo
obligada a comentar la actuación de Jordi durante todo el concierto, tocó bajo,
guitarra, teclados, bases, coros… ¿hay algo que no sepa tocar este hombre?
El final
del concierto se acercaba y se pedía permiso a los responsables de la sala para
tocar un par de canciones más. La primera “El
meu vaixell”, que Ernest tocó en solitario y que fue el momento más
conmovedor de la noche. Le siguió, “Declaració
de principis”, con los tres miembros de la banda tocando el xilófono al unísono
y despidiéndose de Zaragoza entre aplausos.
Gràcies
nois! Cuando volváis a Zaragoza y toquéis en el pabellón Príncipe Felipe esos pocos
afortunados diremos… "yo los vi cuando tocaron en petit comité en el Teatro de
la Estación" ;-)
Un
abrazo #siempreunabrazo
Lucía
@ARasDSuelo