Ayer era la primera vez que Neko Case tocaba en Madrid, tras nada
menos que veinte años (¡!) de carrera musical, primero como batería y después
como miembro del súper grupo indie The
New Pornographers, y dieciséis años de su primer álbum en solitario, The Virginian [1997]. Su música ha recorrido, por lo tanto, un
largo camino. Ayer, Neko vino
a presentarnos su sexto disco, “The Worse Things Get, The Harder I Fight,
The Harder I Fight, The More I Love You” (título corto, eh?).
En fin, dicen que más vale tarde
que nunca, así que ayer no podía faltar a semejante cita para celebrar el final
de tantos años de ausencia. Tengo que decir que vi a The New Pornographers hace ya unos cuantos años en Glasgow, pero Neko Case no estuvo con ellos. Así que
también era mi primera vez para mí. ¡Qué emoción! Llamadme loca, pero en
ocasiones así me pongo hasta ¡nerviosa!
Fue uno de los mejores conciertos
del 2013 en Madrid, y creo que he ido a
más de cincuenta este año, que ha sido una especialmente buena cosecha. Eso va
en gustos, ya lo sé.
Pero antes de todo, y de nuevo,
tengo que hablar de los teloneros. (A los que disfruté teniendo al lado en el
público a tres quintas partes de Wild
Honey, todo sea dicho de paso, jeje) Abría la velada el grupo de Joana
Serrat, acompañada por su
guitarra. Uno de sus colaboradores es nada menos que Eduardo Martínez, al piano y teclados en Partido. (Partido, la banda en fb. This is partido en su página
web). Joana interpretó canciones de su
primer disco autoeditado, "The
Relief Sessions" [2012], y avanzó temas del nuevo EP ‘The Wanderer’, que saldrá a la luz en
marzo de 2014. Un disco al que habrá que estar atentos, porque en esta ocasión graba
nada menos que junto a Howard Bilerman, antiguo componente de Arcade Fire e ingeniero de sonido en "Funeral" (2004) y que será su
debut con El Segrell. Su sonido es una
mezcla de folk y americana que dejó muy buenas sensaciones y el ambiente
preparado para el gran momento de la noche.
A las nueve y media y con el
escenario todavía a oscuras, empiezan a sonar los primeros acordes de ‘Where Did I Leave That Fire?’,
lo que anuncia que el set descansará básicamente en su más reciente álbum, pero
alterna también con temas de “Fox Confessor Brings the Flood” [2006] y de
“Middle Cyclone”[2009] e incluso nos reserva alguna sorpresa de “Blacklisted”[2002].
Neko va acompañada de una banda
compuesta de unos músicos de lujo, destacando Kelly Hogan en los coros, que sirve de contrapunto perfecto y que
va rompiendo el hielo con su humor. También está Jon Rauhouse, sentado
tras still guitar con la precisión de un relojero, y ocasionalmente a la
trompeta o al banjo; Tom V. Ray al bajo, siempre de pie tras
su solemne y majestuosa barba blanca y su imponente contrabajo; Eric Bachmann a la guitarra y teclados,
y John Convertino de Calexico a la
batería y coros.No se puede pedir más.
Un set generoso que nos brinda
una hora y media de un country alternativo que cruza la línea entre la
oscuridad y la belleza inquietante y todo ello combinado con fantásticas letras
llenas de profundidad y un toque cínico, cantadas con brillante claridad y
poder.
Tras una hipnótica ‘Where Did I
Leave That Fire’, sigue directamente y sin solución de continuidad ‘This Tornado Loves You’.
A partir de ahí se suceden ‘The Next Time You Say Forever’ y uno de
los grandes momentos del concierto, ‘
Bracing For Sunday’.
‘Lion’s Jaws’ llega al
corazón mismo de la pérdida y la
frustración, Neko ha conocido el dolor y el luto por la muerte de sus padres, y
algunos amigos íntimos, pero su último disco es una muestra de cómo agarrar el
pasado por el cuello y sacar energía y control de todo ello. ‘Local Girl’ y ‘City Swans’ nos llevan hasta ‘Red
Tide’, ‘Calling Cards’ y ‘Hold On,Hold On’, donde la sintonía con
los asistentes es ya total y, como dice Kelly, se puede sentir las corrientes
de buenas sensaciones y vibraciones en la Sala
But.
Neko y Kelly alternan las
canciones con gracietas y chistes, es clara la complicidad entre los miembros
de la banda, y hacen partícipes de ello al público. Es su primera vez en Madrid
pero ahora que nos conocen ya tienen una buena razón para volver por aquí pronto.
Dedican un tema a las chicas del
merch, que desde su puesto al fondo de la sala no paran de bailar durante todo
el concierto. No son las únicas.
Cierran la actuación con un
brillante ‘Man’ con una entrega
total, es imposible no moverse al ritmo de este tema.
Y finalmente nos regalan un bis
que es un auténtico lujo, con ‘Star
Witness’ cantado a capella, un emotivísimo ‘I Wish I Was The Moon’ , al que se añaden como tema no previsto,
pero que nos dedican especialmente en agradecimiento por nuestra cálida acogida
‘Maybe Sparrow’, para cerrar
definitivamente con ‘Ragtime’.
Un final perfecto para una gran
noche. Prometieron volver en verano, yo desde luego no me lo pienso perder.
Un abrazo #siempreunabrazo
Victoria