Patricio B.
Escúchalo aquí:
“Ji Jí, Ja Já”
Primera parte de su disco en dos actos.
Patricio
B. tiene la suerte –o la desgracia- de no dejar a nadie indiferente.
Esto parece la típica línea de anuncio de promoción pero puede llegar a
ser un auténtico infierno cuando alguien intenta crear algo propio y no
quiere que le etiqueten.
Sacó
su primera maqueta, “Murciélagos”, en 2006 y ya hubo quien le comparó
con Andrés Calamaro, por el deslizar de algunas melodías y algunas
cuantas consonantes arrastradas.
El
marketing de su primer disco, “El beso” (2010) no ayudaba a hacerse una
idea de lo que era Patricio. Patricio ni es un truhán ni es un señor.
Solo le gusta aparentarlo. Las canciones de Patricio son composiciones
llenas de tristeza y melancolía mitigadas por imposibles, los latidos de
corazón y sus continuas fantasías. Patricio podría ser un maldito, pero
el problema es que además de decaer, el tipo quiere divertirse.
¿Conseguirá
con “Jijí Jajá” (2012) quitarse ese estigma de “todo o nada”? Imposible
saberlo. Al menos esta vez ha hecho lo que le ha dado la gana y creo
que lo necesitaba de verdad. Quitarse los espejos de encima y bailar con
zapatos nuevos. Obviamente, el título es una declaración de intenciones
y sobre todo una provocación.
Patricio
en el fondo es algo así como el Sabina que Sabina nunca se atrevió a
ser por el “qué dirán”. Sabina prefirió ser maldito porque es más fácil y
está mejor valorado. Patricio no quiere ser el capitán de ningún
Titanic. Ni siquiera el violinista de la orquesta. Si a Patricio le
dieran un transatlántico, por supuesto lo estrellaría contra el primer
iceberg que viera y después le pondría los cuernos a Kate Winslet con
cualquier sobrecargo.
Patricio tiene algo de Capitán Schettino. No le importan las consecuencias. A veces, en la música, eso es algo bueno.
"Patricio es un heterosexual, no - testosterónico"
"Tiene un futuro muy prometedor. El conflicto es algo en lo que él se siente cónmodo"
¡ Pincha y verás!
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