Comenzamos nueva sección en MiRollo, se llama Indie Vinilo e irá a cargo de nuestro Carlos Castedo, en ella nos irá hablando de un vinilo cada vez, un disco curioso, diferente, que le haya marcado de alguna manera, ha querido empezar con uno excelente, esperamos y deseamos que vengan muchos más!!!
Crocodiles (1980) de Echo and
the Bunnymen
Mirollo me
deja hablaros de los discos, indies o no, espero, que me han marcado de alguna
manera. Hoy os voy a hablar un grupo que conocí en las discotecas cuando aún
eran momentos álgidos The Smiths, The Waterboys o The Killing Moon. Aquella
canción melancólica y eterna me llevó a su álbum Ocean Rain (1984) y este a la
primera obra de Echo and the Bunnymen.
Venían de Liverpool,
se vistieron con abrizos-blazers y salieron a un bosque del sureste de Inglaterra
para dejarse fotografiar por Brian Griffith y hacer una portada para la recién
creada productora Kurova. Will Sergeant dominaba la guitarra, Les Patthinson
atendía el bajo y Ian McCulloch, que acaba de salir del trío The Crucial Three
junto a Julian Cope, cantaba. La caja Echo les dio nombre hasta que la echaron por
un batería en condiciones, Pete de Freitas, después del primer single.
Crocodiles salió
con diez temas en la edición original inglesa de julio de 1980 y con dos
singles añadidos en la versión americana de noviembre de 1980 que es el que yo
tengo. Siempre me pareció un disco tenso, cortante y, en cierta manera,
completo en el sentido de iniciático y definitivo, cuando empecé a oírlo pensaba
que no hacía falta nada más para afianzar un estilo, ni siquiera los tres
discos siguientes.
Ayer lo pinché
después de algún tiempo. Después de un inicio algo titubeante con Going Up, guitarras
planas en segundo término y alternadas siempre con una voz que las coarta, Do
It Clean, uno de los singles añadidos, tensa la cuerda con guitarras lacerantes
que ya no piden permiso, están ahí desde el primer acorde. Pero McCulloch no
quiere perder protagonismo y Stars Are Stars confirma, con dos registros de voz,
que no solo admiraba a The Doors en los escenarios, y no los desmerece. Pride,
Monkeys y Crocodiles son piezas menores que abren puertas y confirman la oscuridad
llena de metáforas del conjunto, el after o post-punk pivotaba en esos arreglos.
La cara B es
la mejor. Eclosiona con la grandeza de Rescue, la mejor canción del LP, la más
diáfana y la que más presagiaba el futuro de la banda, con un inicio de
intermitentes e impresionantes de punteos que acompañan a McCulloch y a un
bajo y una guitarra de fondo muy efectivas que van afianzándose y marcando
territorio hacia el final. Villiers Terrace siempre me fascinó quizá por esa
grandilocuencia contenida, la voz se arrastra por los huecos, y ese eco de
extraño y alucinógeno, pero atrayente, lugar y Pictures on My Wall, su primer
single, mantiene el tipo al igual que el corte final Happy Death Man, sencillo
al mismo tiempo que enigmático y contundente.
Crocodiles
logra emocionarme todavía, recuerdos aparte, y pese a tener altibajos funciona
en su conjunto. Es el excelente debut de un grupo que siguió conmocionándonos.
Siempre un
abrazo.
Carlos Castedo.
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