Siguiendo la máxima de si algo funciona, para qué cambiar,
Un pingüino en mi ascensor transportó la sala Mercantil de Badajoz a los 80 durante
una hora y media. Y a más de un@ se le hizo corto este viaje al pasado que está
más de moda que nunca.
El concierto, celebrado el sábado 13 de abril, se enmarcaba
en la gira aniversario de la publicación de su disco “El balneario”. Aunque la
media de edad la marcaban los que recordaban el anuncio de la colonia Chispas
con sólo escuchar las primeras notas, también se dejó ver algún nostálgico de
una época que no ha conocido o no recuerda.
Desde ‘Juegas con mi corazón’, ‘Heman y Barbie’, pasando por
‘Atrapados en el ascensor’ y terminando con ‘En la variedad está la diversión’,
también hubo tiempo para temas más actuales, como ‘Urdangarín’ o ’41 películas
porno’ .
Ya han pasado 25 años desde entonces pero las canciones de
José Luis Moro y Mario Gil parecen haber hecho un pacto con el diablo para
mantener la frescura y el desenfado de siempre. Y es que ya quisieran muchos grupos de esa década dorada haber
sido capaces, no sólo de mantenerse sino de adaptarse.
¿Las claves? Letras
sin complejos, pensamiento adolescente y el poder de su teclado casiotone.
¿Lo mejor? El buen ambiente que reina en las salas pequeñas
y un público dispuesto a volver a tener 20 años
¿Lo peor? El sonido. A veces el teclado de Mario se comía la voz de José Luis
SET LIST: Camp, Juegas con mi corazón, Heman y Barbie,
Balneario, Foie Gras, JJ, El enflujo dela luna, mi café, Arzobispo Macario, El
club de tenis, Piernas Ortopédicas, Eres más complicada de armar que un mueble
de Ikea, Perestroika, Atrapados en el ascensor, Espiando a mi vecina de
enfrente, Urdangarín, 41 películas porno, El sangriento final de Bobby Johnson
y En la variedad está el gusto.
Un abrazo
Cris
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