Ricardo, Gonzalo y Edu, cargados de trastos y
un montón de kilómetros a las espaldas, preparaban uno de los
conciertos que perfectamente podría definirse como "el concierto de mi
vida" sobre las siete y cuarto sonaron los primeros acordes de Mundaka,
la sala quedo en silencio y los sentimientos y las emociones florecieron
como margaritas en primavera.
Una
agradable sensación recorrió cada centímetro de mi cuerpo y la dulce
voz de Ricardo se apoderó de todos mis sentidos. No sería capaz de decir
el orden de las canciones y personalmente pienso que sí en un concierto
te da tiempo a pensar en sí te gusta o no, quizás no te este gustando
demasiado y no fue el caso, os lo aseguro, cada canción era una sorpresa
y cada una me gustaba más que la anterior.
Cuando
suene, Otras vidas, la cara noroeste... Un set list improvisado hizo
que el concierto fuera más especial que de costumbre. Sentimientos,
emociones, desamores, nuevas ilusiones, las letras de sus canciones
hacen que entres en su mundo y quedes atrapada para siempre jamás.
En
formato redux, ellos tres demostraron una vez más, que son grandes, muy
grandes y que pocos grupos del panorama nacional (por no decir ninguno)
pueden hacerles sombra.
Concierto
corto pero intenso. A pesar de las prisas por llegar un pelin tarde y
de que tenían que salir corriendo para coger un tren, todos y cada uno
de los que estábamos allí nos quedamos con muy buen sabor de boca, gente
de muchas partes, Murcia, Granada, Alicante... Todos quedamos
encantados y con ganas de mas, habrá que convencerles para que vuelvan.
Señores McEnroe, seguro que hablo por boca de muchos sí digo que... "Las noches como esa, pueden durar en mi, toda una vida"
¿Perderían el tren de vuelta a casa?
Y lo del final es como toque de humor, lo perdieron jajajajajaja
Abrazos,
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