viernes, 1 de noviembre de 2013

Crónica de Igloo en la Iguana Club de Vigo - VIERNES NOCHE DE BUENA MÚSICA CON IGLOO



Igloo no son unos recién llegados, desde sus comienzos en el año 2005, tienen en el mercado, Igloo, Una luz de estío glacial, La transición de fase e Infinito 3. Pero por aquello de no perder esta costumbre tan arraigada en mí de llegar como 5 minutos más tarde a todo, yo voy y les conozco con su último trabajo publicado en junio de este año, El Conjunto Vacío.

Como viene siendo habitual, escucho el disco, me gusta y a continuación me pongo a buscar como loca fechas para poder verles en directo. Con estos chicos parece como si estuviese jugando al despiste, cuando estoy yo no están ellos y al revés, pero el pasado viernes 25 por fin se produjo el encuentro y bueno, la espera valió la pena.

Unos minutos antes de que comenzase el concierto ya me advertían de su directo contundente y quedaba nada para que pudiese comprobarlo por mí misma. 

Todos en sus posiciones, Beni Ferrreiro (voz y guitarra), Fran Rodríguez (batería), Juanma Fernández (guitarra) y la novedosa incorporación a la banda de Julián Rodríguez (bajo), quisieron que recordara mi primer concierto de Igloo de una forma bonita, con pura poesía de  estrellas fugaces y guitarras melódicas, empezaban con Al otro lado del universo. A continuación  Desarrollo de la autoestima, que se me antojó sexy y descarada; y para acabar de seducirme siguieron con Todos somos átomos, dejando huella con sus electrizantes guitarras y su enérgico estribillo, ya me tenían bailando y conquistada.
 
Tocaba el turno de las canciones de El Conjunto vacío,  H.A.D.A, Sinatra y Han Solo, tres canciones que están entre  mis preferidas del disco, y que en directo me sonaron poderosas, consiguiendo que me enganchara más a ellas todavía; aunque tengo que decir que eché de menos temas como Mi gran evasión, Todo o Todos los días amanece, quedarán para otra ocasión.


Ya habíamos entrado en calor y no querían que decayese, tocaba el turno de El pase de la muerte  para seguir con Ausencia Parcial, y a cada una que seguía yo no dejaba de pensar “si ya decía yo que tenía que verles”. Me engancharon con la contundencia de sus guitarras y esa batería tan marcada y, me atrevería a decir, que “dictadora” del ritmo que debíamos seguir, pero a esas alturas ya no importaba, habíamos sucumbido al enérgico directo y nos dejábamos llevar.


Se acercaba el final y tras la declaración pública de las ganas que tenían de volver a La Iguana se despidieron con Sin mentiras y Zumo V, yéndose uno a uno del escenario hasta quedar finalmente Fran a la batería como encargado de dar el “hasta pronto”.

El resultado de mi primera cita fue inmejorable por lo que pronostico que habrá una segunda y bueno... las que caigan.
 
Un abrazo#siempreunabrazo

Fotos y redacción @GlamourousBlack

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