Tras el anglosajón nombre de Paul Zinnard se encuentra el mallorquín Carlos Oliver, el que con este proyecto personal pone continuidad, en el aspecto cronológico, a otros grupales como The Bolivians o The Pauls. Por hablar en términos absolutos, siempre tendentes a cierta injusticia, mientras que en aquellas vivencias pasadas el sonidopop-rock por lo general imperaba, en esta andadura individual es el americano el que toma el protagonismo.
"Clean-Cut and Rude" (Two Mad Records, 2014) es el tercer álbum de esta andadura, que como ya ha quedado comentado, utiliza la música de raíces como su suelo creativo, pero es cierto que en cada uno de esos pasos ha habido una forma diferente, o por lo menos característica en cada momento determinado, de afrontarlo. Si en su debut "Songs of Hatred and Remorse" optó por lo más acústico e íntimo, y en la continuación, "Orbit One", por una amplitud instrumental mucho más marcada, en la actual opta por la inmediatez, lo espontáneo y un rock americano directo y dinámico.
En esa tesitura, y también para consolidarla, la banda se conforma como quinteto (con dos guitarras, bajo, batería y teclado) y afrontó la grabación de los temas prácticamente en directo y en un espacio de tiempo muy limitado. "Clean-Cut and Rude", además, esconde entre su música unos textos sobre historias cotidianas que cobijan pequeños, sólo por aquello de lo habitual, dramas dibujados bajo el, a veces, falso espejo de bucólicas y viajeras fotografías.
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