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La pareja musical formada por Anthony Catalano (voz y guitarra) y Celeste Spina (batería y voz) nos visitará en primavera para presentar en directo su nueva referencia discográfica publicada, Gold Fever (Death
Valley Records, 2014), su segundo larga duración formado por doce
nuevas composiciones repletas de sonidos americana, blues y rock.
Jueves 30 de Abril en Loco Club
Apertura de puertas - 22:00h
Concierto - 22:30h
Entradas anticipadas online aquí
También disponibles en Harmony Discos (junto a plaza de toros)
Apertura de puertas - 22:00h
Concierto - 22:30h
Entradas anticipadas online aquí
También disponibles en Harmony Discos (junto a plaza de toros)
Para la grabación de su segundo álbum, ‘Gold Fever’, el dúo de blues con base en San Diego, California, Little Hurricane,
desechó la idea de hacerlo en un estudio y alquiló una pequeña casa del
siglo XIX utilizada para empaquetar manzanas y situada en un viejo
pueblo minero. Durante dos semanas, el cantante y guitarrista Tone Catalano, y la batería y vocalista C.C. Spina,
se pusieron cómodos junto al equipo ‘vintage’ prestado por un viejo
amigo que había sido utilizado en sesiones de grabación de leyendas como
Deep Purple y Grateful Dead. Sudando con el calor del verano, sin aire
acondicionado, y visitados frecuentemente por tarántulas, pavos, ciervos
y otras criaturas locales, Little Hurricane pronto se encontraron
llevando su disco por vibraciones pantanosas y etéreas que capturaban
el espíritu de los rincones más extraños y salvajes del sur de
California.
Como continuador de ‘Homewrecker’ (su autoeditado disco de debut de 2011), ‘Gold Fever’ amplía los horizontes de blues de raíces de su predecesor con una forma de contar historias muy influenciada por la ‘americana’, una facilidad pasmosa para fabricar melodías refrescantes, y una amplia paleta de sonidos. Con texturas ricas y rugosas, el disco toma mucha inspiración de las frecuentes escapadas de Tone y C.C. al desierto y su pasión común por los lugares “donde la gente excéntrica va para escapar del resto del mundo”. En el sonido de ‘Gold Fever’ es también esencial la acústica del espacio donde fue grabado; esa casa de gruesas piedras y repleta de cientos de libros olvidados en la localidad de Julian, California, así como el equipo analógico utilizado. “Es el mismo equipo que hacía que todas aquellas bandas sonaran tan increíblemente bien en los 60 y los 70, y realmente nos ayuda a equilibrar las cosas respecto a la tecnología moderna que en ocasiones utilizamos”, afirma Tone, reconocido melómano, que también ejerce de productor en ‘Gold Fever’.
Formados en 2010 y reconocidos como una banda explosiva en directo, Little Hurricane emplearon dos años en la grabación de ‘Gold Fever’. “’Homewrecker’ fue literalmente grabado mientras estábamos de gira, en distintas cocinas y salones, así que esta vez queríamos invertir más tiempo a ver qué pasaba”, afirma C.C.. El disco es un libro abierto de honestidad, profundamente íntimo, pero también ofrece un sonido grandioso y de alcance. “Tocar en grandes festivales durante los dos últimos años y salir a esos escenarios gigantescos realmente nos motivó a escribir también canciones más grandes”.
Su compromiso con lo orgánico y sobrio de su sonido se hace evidente en las actuaciones de la banda, quienes ya han pasado por plazas tan importantes como Lollapalooza y Austin City Limits. Una desnudez amplificada que convierte al dúo en una bella pero brutal energía, incluso en los arreglos más melódicos. Ásperos y honestos, Little Hurricane son simplemente una banda de rock n’ roll.
Como continuador de ‘Homewrecker’ (su autoeditado disco de debut de 2011), ‘Gold Fever’ amplía los horizontes de blues de raíces de su predecesor con una forma de contar historias muy influenciada por la ‘americana’, una facilidad pasmosa para fabricar melodías refrescantes, y una amplia paleta de sonidos. Con texturas ricas y rugosas, el disco toma mucha inspiración de las frecuentes escapadas de Tone y C.C. al desierto y su pasión común por los lugares “donde la gente excéntrica va para escapar del resto del mundo”. En el sonido de ‘Gold Fever’ es también esencial la acústica del espacio donde fue grabado; esa casa de gruesas piedras y repleta de cientos de libros olvidados en la localidad de Julian, California, así como el equipo analógico utilizado. “Es el mismo equipo que hacía que todas aquellas bandas sonaran tan increíblemente bien en los 60 y los 70, y realmente nos ayuda a equilibrar las cosas respecto a la tecnología moderna que en ocasiones utilizamos”, afirma Tone, reconocido melómano, que también ejerce de productor en ‘Gold Fever’.
Formados en 2010 y reconocidos como una banda explosiva en directo, Little Hurricane emplearon dos años en la grabación de ‘Gold Fever’. “’Homewrecker’ fue literalmente grabado mientras estábamos de gira, en distintas cocinas y salones, así que esta vez queríamos invertir más tiempo a ver qué pasaba”, afirma C.C.. El disco es un libro abierto de honestidad, profundamente íntimo, pero también ofrece un sonido grandioso y de alcance. “Tocar en grandes festivales durante los dos últimos años y salir a esos escenarios gigantescos realmente nos motivó a escribir también canciones más grandes”.
Su compromiso con lo orgánico y sobrio de su sonido se hace evidente en las actuaciones de la banda, quienes ya han pasado por plazas tan importantes como Lollapalooza y Austin City Limits. Una desnudez amplificada que convierte al dúo en una bella pero brutal energía, incluso en los arreglos más melódicos. Ásperos y honestos, Little Hurricane son simplemente una banda de rock n’ roll.
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