jueves, 19 de diciembre de 2013

Reseña de "The way the trees are", el último trabajo de BIG CITY


Ha llegado el frío a la ciudad, ese frío que se adentra en los huesos y acelera la respiración de todos y, por supuesto, de un servidor. Busco en la colección de discos de 2013 un CD con el que entrar en calor y me encuentro un enorme, por cantidad y calidad, cuarto trabajo de los mañicos Big City, grupazo de Zaragoza que a los más nostálgicos nos podrá recordar a grupos internacionales reconocidos como Ocean Colour Scene o los míticos Manic entre otros. Me sorprenden muy gratamente los 70 minutos repartidos en 14 cortes de este “The way the trees are”, en el que su elegante base rockera no deja de lado los lazos folk que han envuelto los anteriores trabajos de estos chicos. De hecho, incluso se atreven con sutiles toques de electrónica que podríamos considerar como la novedad de este compacto con respecto a sus predecesores y que remarca un punto más si cabe la psicodelia con la que envuelven sus temas.

Empieza a sonar “Hello Winter” y nos adentramos en una especie de parque de atracciones del rock, no solo por esa melodía pegadiza y ‘carruselera’, sino también porque este primer trallazo es el preludio de un disco del que ningún tema nos dejará indiferentes pese a su duración. La rabia percusionista y las voces distorsionadas de “A whole new level of suck” contrastará con la suavidad con la que suena “(The had) beards”, uno de los temas más bonitos del disco. Escuchando su estribillo no puedo evitar acordarme de los temas más intimistas de The Beatles, y esa es una sensación, ese toque ‘british’ de los 60, que se repetirá en la alegre “My fondly Fahrenheit”, corte en el que nos vemos envueltos en una atmósfera electrónica especialmente elegante.

How I met your head” se pasea por la psicodelia por la que caminan grupos como Nada Surf para ofrecernos una historia cruda de la que no me puedo quitar de la cabeza los versos ‘Man, I don’t know, I don’t know, I see no secret to it at all’. A su fin, las guitarras acústicas se pegan un baile tremendamente español en “The Future”, bello tema intrumental que servirá para dar por finalizada la primera parte del disco y así dar comienzo a “Your war games”, quizás para mí de los temas más experimentales de este trabajo, y por ello de los más interesantes. Posteriormente nos encontramos una pista que los propios Big City ponen la etiqueta de ‘agobiante’, “Better badges”, y que lleva el intimismo al extremo en medio de una atmósfera digna de un buen viaje al espacio.

Aún queda por sonar gran parte del disco y ya hemos podido comprobar la cantidad de registros de Big City en este CD. Suena el noveno tema, “The useless sea”, un tema que podrían firmar los mismísimos Wilco por ritmo y por calidad musical. Voces perfectas y melodías pasajeras únicas para terminar de ejecutar un tema que iría directo a cualquier recopilatorio de acústicos de todo blog o web cualificada. Sigue en esa línea la atmosférica e instrumental “Sandy Denny Called”, y entonces aparece en escena la curiosa “Dear tourist” para despertarnos y montar un divertido y extraño viaje nocturno con escalas incluidas.

Green lips parted” nos sorprende en el capítulo doce como una auténtica declaración de amor de quien al fin decide dejar de esperar y actúar así con todas las consecuencias. Es un tema que encaja a la perfección con “Ants”, que podríamos considerar como la segunda parte de esta historia en la que hay un final poco deseado con diferentes protagonistas.

Si después de esta sucesión de temas de una calidad tan agradecida alguno se queda con ganas de más, no será necesario volver al primer tema, porque antes nos encontraremos con la monumental “Falls on big city”, un último corte que sonará sin cesar en tu reproductor durante algo más de 18 minutos. Puedo prometer y prometo que es una canción que pasa volando por nuestros oidos, dividida en dos pases, uno acústico y otro eléctrico. La banda pasa en esta secuencia de un repertorio de voces dobladas de manera fantástica a una suave distorsión que marca esa melodía pegadiza que recuerda al comienzo del disco, y que parece avisarnos de que este parque de atracciones rockero está a puntito de cerrar sus puertas. La razón es obvia, se hace de día y los vampiros deben dormir después de haber estado toda la noche dando vueltas alrededor de tanto cuello inocente.

Sin duda una banda que lleva diez años haciendo muy buena música no podía evolucionar mejor sin dejar de lado las corrientes musicales que les vieron nacer. Un placer poder escuchar discos cómo este, tan grandes y tan buenos de arriba abajo.

¿Os veremos en los festivales de este año? ¡¡¡OJALÁ!!!!

Podeis escuchar y leer cosillas de Big City en:

Crónica del concierto en La casa de arriba (Vigo) por @GlamourousBlack

Un abrazo #siempreunabrazo
Dani @danipach84

 

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