Ha salido hace menos de 48 horas, y ya es ese disco
internacional del que todo el mundo habla y que toda la gente quiere escuchar.
José González, de quien muchos recordarán su enorme versión de “Heartbeats” de
los electro-poperos The Knife (también suecos, por cierto), presenta “Vestiges and Claws”, un disco de diez
temas hiper-íntimos que dan protagonismo absoluto a su inconfundible guitarra y
a una voz y unos versos que nos llevarán de viaje, unas veces al pasado, y
otras a ese futuro de las ausencias, de eso que queda al final del final.
Marca de la casa, “With
de Ink of a Ghost”, es la mejor carta de presentación de este trabajo, en
el que parece ser el comienzo del viaje, caminando día y noche por valles y
colinas, casi como buscando respuestas. Nos quedamos embobados hasta que se nos
plantea la posibilidad de soltar el ancla, justo cuando empiezan a sonar chasquidos
de dedos: Sí, es “Let it Carry You”,
donde disfrutamos de unos minutos de más ritmo y con la elegante voz de José
doblada en los estribillos. En cambio, nos encontramos palmas en “Stories We Build, Stories We Tell”, un
corte muy rockero que evoca ese clásico recuerdo de un tiempo pasado para dos, convertido
hoy en un simple “¿En qué estará pensando?”.
Por supuesto, volveremos a escuchar palmas y un buen rollo
que ni os imagináis, especialmente gracias a su pegadizo estribillo, en “Leaf Off / The Cave”, pero antes de ese
“Make the light lead you out” hacemos
una pausa con “The Forest”, una canción
preciosa en la que José se hace preguntas difíciles sobre esas cosas que uno no
ve pero que están ahí acechando, estropeando el paisaje, estropeando la vida.
Pasamos el ecuador del disco encantadísimos, y es que “Every Age” nos sorprende por la
reflexión de sus versos, y por esa voz desnuda que nos enseña a ser mejores, a
construir un mundo mejor, en unos minutos de un minimalismo musical, de una
sencillez tan brutal, que dejará sin palabras a todo el que tenga el honor de
escuchar este tema en directo. Y es probable que esto ocurra también cuando
suenen los acordes introductorios de “What
Will”, una pista de la que se extrae el título de este trabajo, que presume
de ser la más larga de todas (más de 6 minutos de canción), y en la que el artista
habla de conceptos contrarios, que resumiríamos parafraseando así: vestigios y
garras, luchando por una causa común.
Si nunca habéis escuchado un diálogo entre punteos y
acordes, “Vissel” sería un gran y
bonito ejemplo, y más si a este momento instrumental se le une un sociable silbido
que consigue robarnos una sonrisa de manera automática. Es la alfombra roja
para “After Glow”, que con tan solo
tres versos y de un modo más oscuro sentenciará que todo y todos nos iremos,
dejando una colección de recuerdos y huellas para el infinito resplandor.
Alcanzamos el corte final del disco, que como bien dice su
título, “Open Book”, deja una puerta
abierta a todo lo que hemos vivido a través de los nueve temas anteriores, y es
que a un final siempre le sigue un nuevo principio, nos guste o no, y lo
importante al final es siempre caer de pie, como los gatos. Este “Vestiges and
Claws” llega a su fin y uno se pregunta: “¿Ya? No puede ser.”, y es que el
ejercicio de disfrute y reflexión al que nos somete José González en este
trabajo lo eleva a estar entre lo más grande que podamos escuchar durante este
2015.
Un verdadero placer.
#siempreotroabrazo
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